Los intentos por poblar el puerto de La Paz en la época jesuítica

 

Hubo varios intentos fallidos de los españoles para establecer una colonia en el puerto de La Paz debido a la violencia con la que respondieron a la amistad ofrecida por los indígenas, lo que generó el orgullo nativo y el fracaso del propósito de la Corona Española. La evangelización se convirtió en el medio para establecer un asentamiento en la península, y fue iniciada por los misioneros jesuitas en 1697 con la fundación de la misión de Nuestra Señora de Loreto al norte de La Paz.

Después de 20 años, en 1716, el padre Juan María de Salvatierra, superior de los misioneros jesuitas, exploró la bahía de La Paz para penetrar entre los guaycuras de la región, pero estos evitaron el contacto con los visitantes debido a la traición del almirante Isidro de Atondo y Antillón. El padre Salvatierra murió al año siguiente sin poder realizar su sueño de expandir la evangelización en la península.

Dos décadas y tres años después de la fundación de Loreto, los jesuitas avanzaron hacia el sur y fundaron la misión de La Paz el 3 de noviembre de 1720 con la advocación a Nuestra Señora del Pilar de La Paz. La misión fue fundada por el misionero Jaime Bravo y el padre Juan de Ugarte, quienes viajaron desde Loreto en la balandra El triunfo de la cruz.

En el lugar, se construyó un corralito para las cabras y borregos y después de tres días de limpieza del monte, se construyeron barracas para vivienda de los padres, la iglesia y la gente de mar e indios cristianos. Se construyó una trinchera formada por mezquites, concluida el 3 de diciembre de 1720, compuesta en su interior por tres barracas, plaza de armas, casas para la gente de mar, cocina y corral, desde donde se dominaba el mar, el palmar y los llanos. El sitio lo presidió una enorme cruz de once varas de alto.

La misión de La Paz sirvió como puente para la expansión de la evangelización hacia el sur peninsular, en primer lugar para cumplir con la misión de evangelización entre los guaycuras, divididos en las ramas callejúes, huchitíes, pericúes, etc. Los jesuitas también se enfocaron en la agricultura y la ganadería, con el fin de asegurar el abastecimiento de alimentos para la misión y la población de la región.

Todos estos sucesos muestran la importancia de la evangelización para el establecimiento de una colonia en la península de Baja California y cómo la violencia no fue la fórmula adecuada para dominar la región. La misión de La Paz fue un hito importante en la expansión de la evangelización hacia el sur peninsular y permitió la evangelización de los guaycuras y la agricultura y ganadería para asegurar el abastecimiento de alimentos.